lunes, 21 de abril de 2014

Pedazo de papel

No te imaginas lo bien que se siente recordarse a uno mismo, de recordar lo que  es parte de ti. Y de alguna forma, eres parte de mí. Y es que a kilómetros de distancia uno tiende a perderse, pero yo no, porque yo te tengo a ti.

Puedo decir que escogiste muy bien la sonrisa de mamá, supiste guardar lo mejor de ella, como si supieras que aquello es lo que mejor me consuela. Y papá, tan radiante, como si en él no pasaran lo años. Te juro que puedo escucharlo desde aquí, con esas historias ficticias que intentaban valorizarnos. Y claro, ellos no pueden faltar. Tal vez las mejores aventuras las he vivido con mis hermanos,  mis cicatrices te lo pueden contar. Y como olvidar  también, cuanto me han hecho reír y llorar.


No eres solamente un pedazo de papel, eres mucho más que eso. Hay días en que quiero detener el tiempo y acortar distancias, porque hay una necesidad inmensa de regresar. La banalidad se vuelve una carga, pero me vuelvo a encontrar. Y ahí estas, diciendo nada eres suficiente para mí. Y tantas cosas suceden, pero solo yo las puedo ver. A veces lo único que se necesita para ser feliz por un momento es una foto vieja de otro momento donde se fue feliz.

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